Para ciertas necesidades se aplica al aluminio un tratamiento de lacado que consiste en las siguientes fases;
- Preparación de la superficie: limpieza de cualquier tipo de polvo o grasas lubricantes.
- Pretratamiento: preparar la superficie para conseguir una perfecta adherencia posterior del recubrimiento de la pintura y mejorar el comportamiento del elemento frente a la corrosión.
- Recubrimiento con pintura en polvo o líquida: La pintura en polvo con un espesor mínimo de 60 µm. Esta pintura se deposita electrostáticamente en la superficie del perfil y después se endurece mediante la polimerización en hornos a temperatura.
Una de sus principales ventajas del lacado es que existe una gama de colores muy amplia. Todas las posibilidades de coloración y tonalidades están reflejadas en la carta RAL, que es un estándar que atribuye a cada color un código de 4 dígitos:
Series RAL:
1000: colores claros
2000: violetas
3000: rojos
4000: entre rojo y gris (no estándar)
5000: azules
6000: verdes
7000: grises
8000: marrones
9000: grises metalizados + blanco + negro.
Cabe destacar la gran resistencia de estos acabados a los rayos UV, los agentes atmosféricos y la corrosión.
Todas las chapas se sirven plastificadas por la cara lacada.